Existen diferentes problemas en los cascos que pueden darse en los caballos domésticos, pero tener una buena relación con tu herrador y veterinario puede solucionar y prevenir algunos de ellos.
Hablaremos de los problemas más comunes de los cascos y de los procedimientos básicos de cuidado de los cascos a lo largo del año para limpiar los cascos y mantener sanos a tus caballos.
El casco protege las estructuras sensibles y el hueso del interior del pie de los caballos. Por ello, esta zona es muy delicada y debe cuidarse adecuadamente.
Al igual que nosotros mantenemos las uñas recortadas, los cascos de los caballos también necesitan ser recortados regularmente y si se hace correctamente no debería dolerle al caballo. Esto se debe a que las herraduras se clavan en la capa exterior del casco del caballo.
Dependiendo de la estación del año, tendrás que recortar o herrar más o menos a su caballo:
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Cuando un caballo tiene un casco equilibrado, puede moverse mejor y ejerce menos presión sobre sus huesos, ligamentos y tendones. Además, dependiendo de si tiene herradura o no, se deberán tener en cuenta distintas opciones a la hora de recortar el casco, como puede ser el tamaño del casco.
Los herradores Fernando Pérez Castañeda y Javier Buenaga nos explican cómo herrar a un caballo en este vídeo de Valle de Camaleño:
Dependiendo de las condiciones meteorológicas, es posible que tengas que ser más precavido con los cascos de tu caballo. Cuando el tiempo es seco o cuando hay frecuentes cambios de humedad a sequedad, los caballos son propensos a desarrollar grietas en los cascos.
Además, durante los intervalos de recorte prolongados, la pared del casco suele agrietarse al no estar bien sujeta. Lamentablemente, esto puede ser causado a veces por la genética de algunos caballos que tienen una mala calidad de cascos y son más vulnerables a los problemas.
Durante el invierno: hay que tener especial cuidado si el caballo vive en el exterior. La nieve puede acumularse bajo la suela y causar magulladuras o desequilibrios. Además, el hielo puede ser resbaladizo si el caballo lleva herraduras normales.
Mantener una buena nutrición puede minimizar algunos problemas en los cascos. Cuando se alimenta al caballo con heno de buena calidad, se complementa con la cantidad adecuada de vitaminas y minerales y se asegura que el caballo tiene libre acceso a agua limpia, la salud del casco y la salud del caballo mejoran.
Según una investigación de la Universidad de Minnesota, los caballos con cascos en mal estado pueden beneficiarse de los productos para el cuidado de los cascos que contienen biotina, yodo, metionina y zinc. Es fundamental tener un mantenimiento regular y mantener cuidados diarios de la estructura del casco.
Los problemas más comunes de los cascos están causados por un herraje o recorte deficiente, grietas en los cascos, laminitis, aftas o abscesos solares. Mientras que los dos primeros problemas pueden resolverse teniendo una buena relación con el herrador/veterinario y una nutrición e hidratación adecuadas, la candidiasis, la laminitis o los abscesos pueden ser muy dolorosos para los caballos.
La candidiasis es un exudado negro y maloliente que se encuentra alrededor de la ranilla, y se asocia a condiciones de humedad. Para tratarla, hay que mantener limpios y secos los establos del caballo. La laminitis es una inflamación de las láminas que puede provocar el hundimiento del hueso, y tiene varias causas. Para tratarla, hay que recortar o herrar regularmente a los caballos y mantener las pezuñas cortas y el apoyo de la ranilla y la suela.
Por último, el absceso es una infección de la suela que puede provocar una grave cojera. Retira el cuerpo extraño si es posible, remoja el casco en agua caliente y sales y mantén el casco vendado, seco y limpio.
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