Oct 07, 2021
Orodé Deoro y Dario Giancane colaboraron estrechamente con Camilla Filograna para crear "Fracta", una exposición comisariada por Andrea Novembre.
Cuatro artistas unieron sus esfuerzos para crear una exposición que pone al caballo en el epicentro. Su trabajo dio como resultado ocho obras de gran tamaño que combinan el lenguaje fotográfico de Filograna con las decoraciones en mosaico de Deoro y las planchas de hierro oxidado de Giancane. El revolucionario concepto artístico pone en contraste el arte visual y el arte decorativo.
La exposición comienza con las tomas del fotógrafo que constituyen la mitad de la obra. Los otros dos artistas intervienen alternativamente en la otra mitad utilizando su propio modo de expresión. El resultado es una obra en la que los autores actúan con gran libertad expresiva y dejan de lado el ego del individuo para dar cabida a una cooperación colectiva.
Esto significa que cada obra es única. Al presentarse de forma diferente, el resultado final es algo más que una suma de intervenciones individuales.
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Como sugiere el título, la fragmentación es el centro de atención de los artistas. El arte de la fotógrafa Camilla Filograna es, según ella, "como cualquier arte visual, la representación por defecto de la complejidad de la realidad". Al recortar un trozo de la fotografía y reconstruirlo y completarlo por los otros dos autores, le devuelve su complejidad y riqueza.
Sin embargo, la elección del tema que se repite en todas las piezas es el caballo. La figura equina es portadora de un simbolismo contradictorio: para algunas culturas es vista como una criatura vital, mientras que en otras es nocturna e infernal. Al tratarse de un tema doble, en este caso puede percibirse como intrínsecamente fragmentado.
Fuerza, rapidez, majestuosidad y al mismo tiempo sensibilidad y vulnerabilidad. Los caballos son uno de los primeros objetos representados en el arte y aparecen por primera vez en las pinturas rupestres y en diversas esculturas.
Se consideran animales sagrados desde la antigüedad y se asocian a la fertilidad y, al mismo tiempo, a los presagios, los hechiceros y las deidades paganas. Las primeras representaciones de caballos que podemos ver datan de hace unos 15-20 mil años atrás, y se encuentran en cuevas profundas como la de Niaux en Los Midi-Pyrénées, en Francia, o la de Tito Bustillo en España.
En el Renacimiento, el caballo tomó un significado bíblico con los Jinetes del Apocalipsis, y las cuatro capas del pelaje de los caballos adquirieron un significado especial. La Muerte, el Hambre, la Peste y la Guerra recorrían furiosamente la tierra y destruían todo a su paso.
Más tarde, los retratos ecuestres fueron sinónimo de realeza y riqueza, y durante la época del Romanticismo los caballos se consideraron un símbolo de perfección y libertad del espíritu. Desde entonces, el significado de los caballos en el arte ha ido cambiando y adaptándose a la actualidad. Ahora, en Milán, adquiere un doble simbolismo como crítica a la fragmentación.
La exposición Fracta estará a disposición del público en la Galería Other Size (Milán) del 21 de octubre al 24 de noviembre de 2021.