Jul 08, 2022
Con el aumento de las temperaturas y el calor, es importante asegurarnos que los caballos se reabastecen de electrolitos para evitar la deshidratación.
El cuerpo del caballo es aproximadamente dos tercios de agua y fluidos, por lo que, por ejemplo, un caballo de 450 kg tendrá aproximadamente 300 litros de fluidos. Por esto, para evitar la deshidratación y reemplazar pérdidas ocasionadas por el sudor, es importante no solo dejar agua a libre disposición sino también aportar electrolitos a nuestros compañeros equinos.
Estos son minerales disueltos en la sangre y los tejidos del cuerpo, y llevan una carga positiva o negativa. Se pueden unir a otro ion para formar una “sal” y ayudan a preservar el equilibrio de los fluidos de las células del cuerpo. Son esenciales para las reacciones enzimáticas del cuerpo, el mantenimiento de la membrana celular, la conducción nerviosa y la relajación muscular.
Por todo esto, los electrolitos desempeñan un papel importante en el ejercicio y la actividad física del caballo. Sin embargo, cuando se carece de electrolitos, se puede dar el caso de deshidratación, disminución del rendimiento y a la larga puede agravar otros problemas clínicos como la azoturia.
Los electrolitos principales son:
Los caballos pierden electrolitos diariamente a través del sudor, la orina y las heces. Estos se pueden reponer con facilidad con la dieta, pero en periodos de mucho calor es importante prestar especial atención a reponer electrolitos.
Como los caballos dependen de la sudoración para controlar la temperatura corporal durante el ejercicio, por lo general el 90% de la pérdida de peso después del ejercicio se debe a la sudoración. Durante periodos de esfuerzo (competiciones y entrenamiento), la pérdida de electrolitos puede ser considerable, especialmente durante los meses de calor. Ya en condiciones normales un caballo de 500 kg puede perder 10 litros de sudor tras dos horas de ejercicio.
Para detectar signos de deficiencia de electrolitos en caballos hay que fijarse en:
Los caballos no pueden retener agua sin la presencia de electrolitos, por lo que estos se deben añadir al agua o al pienso después del ejercicio. Cuando añades electrolitos al agua formas una solución isotónica (una solución con las mismas concentraciones de electrolitos que las de los fluidos corporales). Esto garantiza la reposición de fluidos y la re-hidratación del caballo.
Sin embargo, si el caballo ha presentado una sudoración prolongada, es necesario proveer de electrolitos durante varios días para reponer del todo estas pérdidas. Es por esto que, si no hay muchos momentos durante la competición para reponer las pérdidas de líquidos, se pueden suministrar los electrolitos junto a una pequeña cantidad de alimento concentrado.
Hay que tener cuidado con esto, ya que llevado a un extremo el caballo podría absorber agua de los vasos sanguíneos que rodean el intestino, empeorando los efectos de la deshidratación. Otros métodos incluyen añadir un bloque de sal pero controlando en todo momento, ya que los caballos no autorregulan la ingesta de esta. Además, administrando una cucharada de sal de mesa, los caballos pueden recibir la cantidad suficiente de cloruro de sodio.
La administración de electrolitos a los caballos de competición no siempre está prohibida para el deporte limpio de la FEI. Los más usados son el cloruro de sodio, carbonato de calcio y cloruro de potasio. Además, ingredientes comunes como el bicarbonato de sodio o la glucosa también están permitidos en competiciones ecuestres.
Sin embargo, en caso de duda, es mejor comprobar la etiqueta de los suplementos o preguntar al fabricante.