Dec 01, 2021
El caballo Przewalski (Especie Equus ferus przewalskii) es la única especie de caballo que nunca ha sido domesticada, y su historia es fascinante.
En lo más profundo del Parque Nacional de Khustain Nuruu, también conocido como Parque Nacional de Hustai, en el centro de Mongolia, vive una de las especies de caballos más raras. Se trata del caballo Przewalski, una de las pocas subespecies de caballos salvajes que conserva una herencia muy directa de los primeros equinos que vagaban por la Tierra.
Todos los caballos Przewalski son de color marrón claro, con el pelo y el extremo de las patas negros, y el hocico blanco. Sus manadas pastan libremente en el parque de Mongolia, algo milagroso ya que la especie desapareció y ha renacido tras grandes esfuerzos de los conservacionistas.
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Przewalski es una palabra polaca que pertenece a Nikolái Przewalski, pero la mayoría de los conservacionistas, zoólogos y conservadores lo llaman "caballo P". Al principio se creía que había sido descubierto por el explorador ruso Nikolai Przhevalsky en el siglo XIX. Sin embargo, fueron avistados por primera vez en el siglo XV por Johann Schiltberger.
Los caballos P son caballos salvajes, no domesticados, la única especie de caballo salvaje que sobrevive. Otros caballos que vagan libremente, como el Mustang norteamericano, descienden en realidad de caballos domésticos asilvestrados que escaparon de sus manadas y se adaptaron a vivir sin la influencia directa del hombre. Al igual que otros animales de la raza equina como las cebras, los caballos P nunca han sido domesticados.
Las especies con diferente número de cromosomas no pueden reproducirse para crear una descendencia viable. Por ejemplo, los caballos domésticos tienen 64 pares de cromosomas y los burros 62. Por eso, cuando se reproducen dan lugar a una mula con 63 pares de cromosomas que es estéril. En el caso de los caballos Przewalski, tienen 66 cromosomas, y si se reproducen con un caballo doméstico su descendencia tiene 65.
Estos caballos se dieron a conocer en la ciencia después de que el coronel Przhevalsky los describiera. En 1900, el comerciante alemán Carl Hagenbeck había capturado la mayoría de ellos, ya que era un vendedor de animales exóticos para los zoológicos de toda Europa.
Incluso antes de Hagenbeck, la mayoría de los caballos P eran cazados en exceso, por lo que los pocos que quedaban en estado salvaje sufrían la pérdida de su hábitat. En 1945, sólo quedaban 31 ejemplares en todo el mundo y se encontraban en los zoológicos de Múnich y Praga. En 1950, este número se redujo a 12. Esto significa que estos caballos se extinguieron por completo en la naturaleza y estaban en peligro crítico de extinción.
En un heroico esfuerzo de conservación, todos los caballos que hoy están vivos descienden de 9 de los 31 caballos cautivos. Desde ese momento, la Sociedad Zoológica de Londres ha trabajado con investigadores mongoles para garantizar la conservación de la especie Przewalski.
En 50 años, la especie se recuperó hasta alcanzar más de 1.500 ejemplares, y más de 300 caballos han sido reintroducidos en su hábitat nativo de Mongolia. Además de los esfuerzos de la Sociedad Zoológica de Londres, tienen otros lugares de reintroducción cerca del desierto de Gobi e incluso hay una manada que se reproduce con éxito por sí sola en la zona de exclusión de Chernóbil.
Los caballos P no sólo son únicos respecto a otras especies equinas, sino que también se expresan vocalmente de forma diferente a los caballos asilvestrados. Según un estudio realizado en Suiza, los caballos de Przewalski comunican su valencia emocional de forma diferente a la de otros caballos.
Investigadores de la ETH de Zúrich y de la Universidad de Berna grabaron a 23 caballos de Przewalski de diferentes edades, para descubrir más sobre sus sonidos cuando los investigadores suponían una emoción positiva o una experiencia negativa. Como resultado, compararon los datos con otros similares recogidos de la vocalización de caballos domesticados.
Aunque en general son similares, hay diferencias significativas. Los caballos P no indican las emociones a través de la duración de los relinchos y las frecuencias de la misma manera que otras razas de caballos. Esto podría deberse a las diferencias genéticas entre ambos tipos de caballos.
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Para visitar el Parque Nacional de Mongolia, donde estos caballos vagan libremente, hay que pagar una cantidad simbólica para ayudar a la conservación de la zona. Sólo hay un hotel en el Parque Nacional de Hustai, ya que la zona está muy protegida.
Sin embargo, esta zona no es como ir a un safari. El terreno es montañoso y muy solitario. Se encuentra lejos del turismo masivo y se puede apreciar el silencio de las estepas.
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