El lenguaje corporal es un
mundo. Más allá de los sonidos como relinchos, quejidos, gritos y resoplidos,
entre otros, los caballos, como el resto de seres vivos, nos hablan
continuamente con su cuerpo. Las orejas de los caballos son especialmente
expresivas, quizá la parte de su cuerpo que más información te puede dar.
Las orejas pueden expresar su estado de ánimo.
Destacamos
diferentes posiciones:
1. Orejas tiesas y en movimiento: es el estado de
alarma natural del caballo. Es la posición normal de cualquier caballo de la
que no debemos preocuparnos.
2. Orejas flojas o caídas: esta posición puede deberse a
tres cosas. La primera puede estar ligada al cansancio del animal o que esté
triste, la segunda puede deberse a la sumisión ante un rival más fuerte y
dominante, y la tercera y última puede indicar que el caballo está enfermo,
pero en este caso sin ningún tipo de movimiento.
3. Orejas erguidas hacia delante: muestra desconfianza
hacia algo o alguien que desconoce, hay que tener cuidado porque no sabemos
cómo puede reaccionar.
4. Orejas pegadas a la cabeza y orientadas hacia atrás:
es señal de agresividad defensiva o enfado.
5. Una oreja hacia delante y otra hacia atrás: expresa
duda. Si su jinete intenta explicarle algo nuevo, significa que no lo ha
entendido bien, por lo que deberá explicárselo de nuevo.
· Labios retraídos con dientes y encías al descubierto:
amenaza, ganas de morder.
· Mascar sin comida en la boca: liberación de tensión
por incomodidad.
· Labios relajados y caídos: tranquilidad o somnolencia.
· Reflejo de Flehmen; cuando el caballo levanta el labio
superior dejándose ver los dientes: muestra de excitación.
En
definitiva…
Si
un caballo está contento:
· Nariz, labios y orejas relajados.
· Tiene los ojos vivos y las orejas relajadas, pero
permanecen atentas a todos los sonidos que le rodean.
· Cuando lo cepillas ladea ligeramente la cabeza y
estira el cuello. Además, levanta y mueve ligeramente el labio superior,
indicador de que el caballo se siente seguro.
Si
un caballo está enfadado:
· Sacude la cola de forma intensa, mostrando irritación.
· Patea el suelo.
· Estira el cuello hacia adelante y sus ojos se
agrandan.
· Echa las orejas hacia atrás, aplastándolas sobre su
nuca.
· Abre la boca como si fuese a morder.
· En el caso de las yeguas, emiten un chillido
característico que normalmente precede a la coz o el manotazo.
Si
un caballo tiene dolores:
· Cuando el caballo sufre alguna dolencia, sus ojos
parecen más pequeño de lo normal y su mirada permanece fija.
· La distancia entre la base de sus orejas se amplía, al
separarse estar hacia los lados y girarse ligeramente hacia atrás.
· Dilatan los ollares (agujeros de la nariz).
· Aprietan la musculatura facial y su barbilla se aplana
por la contracción de los labios.
· Su pulso cardiaco aumenta y también su frecuencia
respiratoria.
Si un
caballo confía en ti:
· Que el caballo esté tranquilo cuando estás cerca y no
huya de ti es la primera señal que te indica que el caballo confía en ti.
· Todo su cuerpo se ve relajado, sus orejas están
ligeramente ladeadas, sus ojos semicerrados y su posición general es de
descanso.
· Busca tus caricias y acerca su nariz a tu cara para
reconocerte mediante el olfato.
· Relincha o emite un sonido suave con el que parece que
te está contando algo.
· Intenta llamar tu atención mediante empujoncitos o
pellizcándote la ropa. Ante este comportamiento hay que tener cuidado porque
puede derivar en dominancia.
Como veis, hay muchísimos detalles que se deben
tener en cuenta cuando se trata de leer las expresiones de un equino. Pon
atención a su lenguaje corporal, a su comportamiento en las diferentes
situaciones que vayan surgiendo para mejorar tu relación con él, de esta manera
podrás entenderlo y él a ti también. Aunque muchas de las cosas que se
mencionan son obvias, seguro que os parecen interesantes; esperamos haber
ayudado y enseñado algo nuevo que sea de ayuda.
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